7 consejos para sacar más partido a tu día
Que el día tiene 24 horas, pero que no cunden tanto como nos gustaría, es algo que todos sabemos. Te levantas temprano, vas al trabajo, vuelves casi de noche, vas a hacer varios recados y cuando llegas a casa sigues teniendo mil cosas por hacer. Al final te vas a la cama agotado y con la sensación de no haber hecho todo lo que deberías.
Sin embargo, todo es susceptible de mejora y con una organización adecuada verás como consigues tachar muchas más tareas de tu lista. Aquí te dejamos 7 tips para que puedas poner en práctica desde hoy mismo:
1.- Siéntate con una hoja de papel y escribe todo lo que tengas pendiente de hacer. Debes escribirlo absolutamente todo, lo que es urgente y lo que no. De esta forma vas a conseguir variar la cabeza de todas esas tareas que te rondan y no te permiten concentrarte en otras cosas.
2.- Una vez tengas tu lista hecha, debes clasificar las tareas entre: las que deben realizarse en una fecha determinada (por ejemplo una reunión o un cumpleaños), las urgentes (que tienes que hacerlas lo antes posible), las importantes (que pueden o no ser urgentes como, por ejemplo, elegir los regalos de Navidad para la familia) y las que no son ni urgentes ni importantes (tu sueño de escribir un libro, por ejemplo).
3.- Apunta en la agenda las tareas que hemos dicho anteriormente que tienen una fecha determinada. Así podrás controlar, de un sólo golpe de vista, qué tienes que hacer en ese día o en esa semana en concreto. Si todavía no has encontrado la agenda de tus sueños te recomendamos que hagas una a tu medida: eligiendo vista diaria o semanal, seleccionando el diseño interior, personalizando la portada con una foto o un dibujo...¡puedes ver todas las opciones aquí!
4.- Ahora apunta en una libreta las tareas que son urgentes. Puedes ponerlas en forma de lista para que sea más sencillo ir tachándolas conforme las vas terminando. Además, puedes escribirlas con diferentes colores dependiendo de su grado de urgencia o del sitio donde tienes que realizarlas (en un color las que son de hacer en el trabajo, en otro color las llamadas telefónicas...)
5.- Por último, pon en otra hoja de la libreta (o en un cuaderno diferente) los dos tipos de tareas que quedan: las importantes y las que no son ni urgentes ni importantes. Las primeras no es necesario que tengan una fecha, pero si llegado el momento debes realizarlas un día determinado tendrás que pasarlas a la agenda. Las segundas será tu cuaderno de cosas que revisar periódicamente para que, además de las cosas "obligatorias", puedas sacar tiempo para hacer otro tipo de actividades que te gustan pero que no tienen cabida en tu día a día.
6.- Una vez ya tengas todo en papel (y tu cabeza despejada) el trabajo no se acaba. Tienes que ir revisando cada uno de tus soportes (agenda y libretas) de forma regular para no olvidarte de nada. Por ejemplo, puedes comprobar tu agenda por la noche para saber qué tienes que hacer al día siguiente, tu lista de cosas urgentes varias veces al día y la lista de las cosas importantes una vez cada 3 o 4 días.
7.- Un buen momento para hacer este trabajo es a final de año (para empezar el día 1 de enero con la sensación de tener todo controlado) o a final de verano (para que el nuevo curso escolar no suponga un esfuerzo extra).
Ahora que ya has visto cómo puedes mejorar tu productividad (tanto en el trabajo como en tu vida personal), sólo te queda poner en práctica estos consejos y contarnos qué tal te han funcionado. ¡Esperamos tus respuestas!