Los peluches son un regalo original que está en nuestras vidas casi desde que tenemos uso de razón. Llevan muchísimos años entre nosotros y esperamos que sigan estando durante muchos años más. ¿Quién no ha tenido un peluche en su infancia? Son un regalo original y que encanta a aquel que lo recibe, siempre.
Nunca seremos suficientemente mayores como para tener un peluche. Suele ser una elección con muchos seguidores a la hora de regalar a un niño, desde recién nacidos hasta a los más mayorcitos.
No sólo suelen utilizarse para que los más peques tengan una figura de apego, sino también para decorar cualquier rinconcito en su habitación.
Pues nosotros tenemos la versión que el siglo XXI requiere, peluches personalizados Peluches con formas de animales distintos que se pueden personalizar.
Los muñecos y peluches personalizados son un regalo original, divertido a la par que romántico, según el momento en el que lo vayamos a regalar. Son un detalle que siempre ha despertado mucha ternura, pero si además lo customizas lo haces todavía más especial. Son artículos únicos que no encontrarás en tiendas, porque no habrá otro igual que el tuyo. Están hechos por y para esa persona.
Hay 4 modelos con formas de animales, entre los que encontramos un conejo, un osito, un reno y una ovejita, no sabríamos deciros cuál de los cuatro es más adorable. A estos los podréis personalizar su camisetita en tres de ellos y en el caso del osito la bandana que lleva como complemento.
Los ositos son nuestro producto estrella, porque puedes diseñarlos con la fecha o con un mensaje especial. Estos ositos llevan una bufanda, tipo bandana, en el cuello, y en esa bufanda bordamos el texto que tú nos indiques que quieres: el nombre del niño o niña, el de tu pareja, una fecha importante, un mensaje bonito, etc.
Y también hay otros 3 modelos de peluches que se personalizan con el nombre del/la peque bordado, entre los que encontraréis un “dou dou” con forma de jirafa o de erizo, un cojín con una jirafa o una vaquita o la clásica mantita bordada que viene enrollada con un osito precioso abrazándola.
Un montón de opciones disponibles para que podáis hacer el regalo perfecto a esa persona especial. Y no sólo customizamos bordando textos, algunos de los animalitos también podrás personalizarlos con fotos, o con cualquier imagen y la imprimiremos a todo color sobre la camiseta del peluche.
No solo están pensados para peques, también es un detalle precioso para regalar por ejemplo en San Valentín, con una foto de la pareja plasmada en la camiseta del conejito sorprenderás a tu pareja de la forma más original.
Un detalle tierno, emotivo y, sobre todo, único.
Uno de los mayores beneficios de tener un peluche es que se convierten en una figura de apego para muchos peques, que crean una sensación de paz y de seguridad cuando no están los papis por ejemplo.
Cuando queremos que nuestro peque empiece a dormir solito en su habitación un peluche le transmitirá la seguridad que necesita para que no se sienta sólo, ahí estará su peluche personalizado para acompañarle en las noches y tardes de siesta.
Los que hemos tenido peluches para dormir siempre recordaremos aquella sensación de serenidad y protección que ofrecía abrazar a nuestro osito para así poder dormir tranquilos.
También existen estudios que dicen que pueden ayudar a superar trastornos del sueño, incluso shocks provocados por estrés, miedos y traumas. Estamos seguros de que nuestros peluches personalizados os acompañarán en todos los momentos que necesitéis de la forma más especial.
Como buenos compañeros que son los peluches suelen ir de arriba para abajo con los más peques y por ello con el paso del tiempo tenemos que darles un aguita.
Los peluches personalizados son muy fáciles de lavar, aunque debemos tener especial cuidado, porque son más delicados que otro tipo de muñecos. Sin embargo, siguiendo unas sencillas indicaciones os va a resultar súper fácil.
Aquellos peluches que están personalizados con camiseta (como la oveja, reno y conejo) deben lavarse a mano. Mientras que la camiseta es apta para la lavadora, siempre que se lave a un máximo de 30 grados.